Lees y te vas | | Alejandra Pedroza Marchena

4.11.12

Sabor a licuado y radiodifusión en México





Da el último sorbo al licuado de plátano. Se limpia los restos de comida alrededor de su boca. Mamá lo está esperando en el carro. Es hora de que Matías vaya a la escuela.
En el trayecto, la misma voz que acompaña cada mañana: Alfredo Sánchez y su propuesta musical en la sintonía de Radio Universidad de Guadalajara. Matías va pensando en la tarea de hoy y en los tazos que colecciona. No entiende cuando el locutor habla de la expresión artística ni de música sincopada, es su mamá la que elige escuchar esa estación radiofónica, todos los días.
Lupita se despierta 20 minutos antes de ir a la escuela. Su hermana mayor le agarra el cabello con una liga mientras canta lo que su estación de radio favorita programa. Se trata de la canción de moda de género banda. “Ando bien pedo, bien loco” es la frase que atrapa. Apenas termina esa canción cuando la emisión va directo a mensajes publicitarios.
Los comerciales se caracterizan por música movida y la abundancia de efectos en la voz y sonidos especiales. Entre mensajes se emite una sentencia que hace reconocer la estación: “La radio de neta es la zeta”. Lupita termina sus pendientes, lista para la escuela. Su hermana apaga la radio para llevarla, los comerciales no habían terminado.
Lupita y Matías son compañeros de salón en el jardín de niños. Los dos se exponen a la radio, en horarios similares y en una misma ciudad. Sin embargo, su consumo radiofónico guarda grandes diferencias, en aspectos como los contenidos y el financiamiento de la estación.
La posibilidad que tienen tanto Lupita como Matías para escuchar estaciones de radio con características polares, se debe a que en México se tiene un sistema mixto de radiodifusión, el cual cuenta con estaciones del estado, financiadas por el gobierno, así como de explotación comercial.

¿Quién me dice que no puedo iniciar mi ensayo con una historia no real?

3 comentarios:

Esto es: dijo...

Salec te lo diría yo creo

Esto es: dijo...

Y vaya, tiene tal fondo lo que acabas de proyectar. Simplemente reflejas en tu historia la anti educación que se ofrece con esa radiodifusoras tan asquerosamente comerciales como su nivel cultural.

-no soy culta, pero ya oigo puro radio udg o rmx- jaja

Anónimo dijo...

El día que Salec sea mi maestro, descubriré tantos mitos, y ya veré. Quizá cambio el inicio por una historia real, pero siempre una historia contada.